Esta temporada todo es buena onda.
Empecemos por los colores: el abanico es amplio y fresco. Al naranja, que es el nuevo blanco, se le suman los pasteles, como el rosa y el celeste, el amarillo claro, el fucsia y el azul. En cuanto a las estampas, vale todo y se usan a toda hora, inclusive a la noche.
Lo último son las maxiestampas tropicales tipo hawaianas y las multiflorales. Las rayas y los geométricos siguen reinando. La gran novedad son los colores metalizados para las prendas y también para los accesorios, en especial zapatos. Otra noticia es que vuelve el estilo minimalista de líneas simples y netas, donde el foco está puesto en las texturas y en los estampados.
También se instalan el estilo safari y el de los años cincuenta, setenta y ochenta con el look roquero.