Para abrigarse hay un sinfín de propuestas de los diseñadores más destacados del país. Elecciones con estilo: abrigos tejidos, de cuero o de paño, largos o a la cintura, extralarge o ceñidos al cuerpo.
Todo vuelve, la moda es un eterno retorno.
Así es como, al igual que los años ochenta, se impone el tapado de paño o lana, en talle oversize, y también el clásico tapado color camel o beige. Otro gran hit invernal, para detalles, son las pieles en tonos shocking ( azul eléctrico, blanco o uva).
La textura que sigue en auge es el cuero y se lleva en sus múltiples versiones.
El largo es a gusto; se usan sacos cortos, tapados 7/8 o tapados largos.
De noche, los abrigos se vuelven sexys con agregados de lentejuelas y transparencias y pieles. La clave es apelar a la imaginación y a la creatividad.
El detalle del invierno es el sombrero que hace su rentrée indiscutida en versión años setenta: amplio, en fieltro negro o marrón. También vuelven los turbantes.
El detalle que debe cuidarse son las proporciones. La idea es lograr la mejor combinación posible, entre las texturas, los colores y el estilo elegido.
Aunque el negro es el preferido por las argentinas; este invierno en las pasarelas triunfaron los abrigos de colores fuertes y algunos estampados o con mix de texturas.
Vale la audacia.