Las plantas acuáticas en general son las que permanecen
con sus raíces en el fondo y muestran sus hojas y flores en la superficie.
Se sienten a gusto en aguas estancadas,
sin movimiento,
donde pueden extender sus fuertes y blancas raíces profundamente
dentro del lodo que se acumula
en el fondo del estanque.
Las más conocidas son los nenúfares,
con sus flores flotantes y algo elevadas...
La mayoría florece en primavera y el verano;
en invierno están en reposo.
La flor de Loto o nelumbo
y el irupé o Victoria
son las más bellas y conocidas.
También se destacan el camalote
o jacinto del agua,
el acordeón
y los repollitos.
Las plantas oxigenadoras o sumergidas tienen la función
de generar el equilibrio biológico
y químico necesario para lograr un placentero jardín de agua.
Pasan casi desapercibidas a la vista.
Incorporan sales disueltas
y producen grandes cantidades de oxígeno:
controlan el crecimiento de las algas.
Sirven también de refugio para los peces
y sus raíces se desarrollan ampliamente en el limo
del fondo.